¿Por qué la Navidad representa orgullo nacional para Puerto Rico?
¿Te has dado cuenta que la Navidad para nosotros, los boricuas, está ligada a demostrar nuestra puertorriqueñidad? De la comida y música típica hasta los Reyes Magos. ¿Qué tal si te digo que ese apego tiene una razón histórica? ¡Entérate!
Por 32 años, en Puerto Rico el Día de Reyes fue ilegal. ¿Cómo?
El 10 de abril de 1899, Estados Unidos eliminó por ley el día feriado de Reyes. Esto como parte de los esfuerzos de americanización del pueblo boricua desde la invasión de 1898.
En 1902, el periódico La Correspondencia de Puerto Rico escribió: “90% de los ciudadanos lo han guardado como festivo. Sabemos de muchos grupos escolares donde no asistían ni un alumno de los 300 o 400 matriculados."
En 1904, el gobierno aprobó una exención para la niñez católica de ausentarse de su escuela el 6 de enero. Aun así, hubo maestros que les penalizaban.
Para 1911, la Asociación de Maestros de Puerto Rico se opuso a que los maestros y estudiantes tuvieran que ir a clase.
Durante estos años, los pueblos “se reunían, un barrio completo, y salían con una imagen de los reyes rezando el rosario y cantando himnos como protesta (...) Eso sucedía en casi toda la isla y mayormente en los pueblos de la montaña", según el historiador Luis Ruberté.
El gobierno cedió, al fin, en 1931 al aprobar el proyecto de ley 6 para “declarar día feriado el 6 de enero”.
16 años después, Abelardo Díaz Alfaro publica el cuento Santa Clo va a La Cuchilla donde habla de este suceso así: "Johnny Rosas le dice a Peyo Mercé: "Este año hará su debut en La Cuchilla Santa Claus. Eso de los Reyes está pasando de moda. Eso ya no se ve mucho por San Juan. Eso pertenece al pasado". Peyo le responde: "Yo como soy jíbaro y de aquí no he salido, eso de los Reyes lo llevo en el alma."
O sea, este país, a quienes muchos llaman dócil, ha luchado por cada cosita propia que disfruta.
Referencias:
El Día de Reyes: una historia de resistencia nacional, Juan Reus, Prensa sin censura
Santa Clo va a La Cuchilla, Terrazo, 1947, Abelardo Díaz Alfaro