Si te decimos el nombre de Blanca Canales Torresola, lo más seguro no sepas de quién hablamos ni por qué es una heroína puertorriqueña. Eso no es tu culpa, es parte de una educación colonial basada en el olvido de nuestra propia identidad. Estamos aquí para decirte que Blanca fue una mujer revolucionaria con una filosofía e integridad dignas de rescatar y difundir.
Una mujer puertorriqueña enfrenta doble riesgo de olvido histórico. Mundialmente, las mujeres hemos sido relegadas a ser "la mujer de" (en el caso de Blanca, "la hermana de"). Nacionalmente, las puertorriqueñas tenemos una identidad nacional sin reconocimiento debido a la realidad colonial.
En BoriFrases nos aseguramos que los esfuerzos de nuestra Blanca sean recuperados y difundidos para orgullo de Puerto Rico, de sus mujeres y niñas.
"Tenemos que continuar aunque nos tome 100 años."
Blanca Canales Torresola nace un 17 de febrero de 1906 en Jayuya, Puerto Rico. Ella se cría en el seno de poetas y líderes, siendo sus hermanos Nemesio y Mario Canales. Más allá, su padre Don Rosario fue uno de los fundadores de Jayuya y su primer alcalde. Al morir Rosario, Blanca se muda a Ponce con su madre, donde crece rodeada de reuniones políticas y donde conoce sobre Don Pedro Albizu Campos.
“Mi contacto con el pueblo, con ese pueblo sufrido, que yo llegué al convencimiento que todo trabajo social es un paliativo para sostener esta colonia y que la gente no se sublevara. Esa experiencia me decidió a buscar una vía rápida de conseguir la independencia de Puerto Rico y pensar hacer el verdadero trabajo social que hay que hacer para levantar a este pueblo y hacerlo responsable de sí.”
Debido a su desempeño académico, fue parte del primer grupo escogido en 1928 para iniciar la profesión del trabajo social en Puerto Rico a referido del alcalde de su pueblo. Para trabajar por primera vez, fue escogida como enlace comunitario para un estudio de parasitismo intestinal de la Escuela de Medicina Tropical (hoy Recinto de Ciencias Médicas) y la finca de Clara Levingston (científica estadounidense) en Dorado. Luego, regresa a Jayuya a trabajar en su Segunda Unidad Rural (escuela) con un enfoque de organización comunitaria y auto-gestión.
Es importante recalcar que los programas gubernamentales que hoy conocemos para atender los problemas sociales no existían para la década de 1930. Blanca trabajó con la pobreza extrema y sus recursos se limitaban a la beneficiencia privada, del alcalde y los hospitales. Su extensa labor la asciende a directora del Distrito de Ponce de estas escuelas, puesto para el que Albizu Campos le ofreció referencias de amistades respetadas en ese pueblo.
En la década del 1940, se empieza a instalar la División de Bienestar Público (hoy Departamento de la Familia) y las labores de trabajo social pasan de la comunidad a trabajos de gobierno. Blanca se mueve entre empleos públicos estatales y federales dirigidos a soldados inscritos mediante el servicio militar (obligatorio) y a atacar la pobreza. En estos programas ella expresó su frustración ante la burocracia que negaba ayuda a casos urgentes.
"(La Insurrección fue) en respuesta de cualquier intento de Estados Unidos para imponer un nuevo régimen colonial bajo el disfraz del auto-gobierno (…) Este es el momento de levantarnos y dejarle saber al mundo que somos un pueblo que quiere ser libre (…) Me senté en una mecedora en la sala y me quedé mirando la bandera puertorriqueña que estaba en la pared. Me fui a la cama y dormí profundo hasta las seis de la mañana.”
Al llegar el 1950, Blanca estaba inmersa en el Partido Nacionalista y era miembro de su Cuerpo de Enfermeras como parte de su creencia de que la raíz de los problemas sociales era el colonialismo. También era persona de confianza de Albizu, quien era huésped en su finca (hoy Museo Canales) donde se le proporcionaba seguridad ante la constante amenaza de arresto. Recordemos que Puerto Rico estaba bajo la Ley de la Mordaza, que criminalizó nuestra bandera y toda expresión de independentismo.
El 30 de octubre de 1950, al mediodía, las juntas nacionalistas de diversos pueblos acordaron tomar sus pueblos por la fuerza para denunciar la legalización de la colonia mediante la Ley 600 (creación del Estado Libre Asociado). En Jayuya, Blanca entrenó a los cadetes en armas, los organizó en su casa y su carro fue usado para llegar al pueblo a tomar los edificios públicos. A ella la arrestan más tarde ese mismo día, aunque la Revolución aguantó la represión hasta el 2 de noviembre, cuando la aviación estadounidense les bombardeó.
A pesar de habérsele acusado hasta de asesinato, no hay evidencia de que ella en sí haya disparado; su participación directa aparenta haberse limitado a ondear la bandera puertorriqueña en el segundo piso de la farmacia, gritar "¡Viva Puerto Rico Libre!" e ir a llevar heridos al hospital. Sin embargo, ella deseó ser juzgada en conjunto con los demás participantes. Blanca perdió su licencia profesional de por vida y pasó 17 años encarcelada, hasta 1967. Durante su tiempo en la cárcel entre Estados Unidos y Puerto Rico, organizó a las presas a favor de mejorar sus condiciones; mientras, su correo era abierto, traducido y enviado al FBI.
"El indulto decía que se me ponía en libertad porque estaba enferma, era ya anciana y no habían podido rehabilitarme. Esto último significaba que no habían podido cambiar mis convicciones en cuanto a la práctica nacionalista y la lucha libertaria."
Al salir de prisión, Blanca tenía 61 años, nunca regresó a vivir a la finca familiar en Jayuya y estaba muy limitada debido a enfermedades. A pesar de esto, ella nunca pasó necesidad debido a su familia y amistades, quienes nunca dejaron de visitarla y admirarla adentro y fuera de la prisión. Sin embargo, los artículos de prensa sobre ella se refieren a su opinión sobre líderes hombres de la Revolución, en vez de su propia participación como líder.
La finca fue recuperada y renovada por jayuyanos, y es hoy el Museo Canales, uno de los mayores puntos turísticos de la región. Blanca atendió su inauguración. Ella muere un 25 de julio de 1996, a sus 90 años; y a esa fecha sus comunicaciones seguían siendo vigiladas por el FBI.
Te preguntamos, ¿cómo recordarás a Blanca? Aquí en BoriFrases te ofrecemos varias maneras de mostrar tu conocimiento y conciencia de esta grande: puedes leer nuestra colección de sus frases y comprar artículos con diseños originales basados en su vida.
¡Que viva la mujer puertorriqueña, la jayuyana: Blanca Canales Torresola!
Referencias:
- Libro: Nationalist Heroines: Puerto Rican Women History Forgot (1930-1950s), Olga Jiménez
- Entrevista: Blanca Canales por White Star Press
- Libro: Pioneras de la profesión de Trabajo Social, Nilsa M. Burgos Ortiz
- Arte de portada: Blanca Canales Torresola por Vagabond